Vivir con polimialgia reumática

Vivir con polimialgia reumática: claves para el día a día

Cada día sabemos más de las enfermedades reumáticas, lo que se traduce en un diagnóstico certero de esos dolores articulares y/o musculares, que pueden llegar a ser incapacitantes, especialmente cuando no se tratan correctamente. Además, los tratamientos son cada vez más efectivos, entendiendo como tal que no curan de manera definitiva, pero permiten conservar una buena calidad de vida a muchos pacientes, como sucede con la polimialgia reumática, la enfermedad que vamos a comentar hoy.

Te contamos cuáles son los síntomas habituales, cómo llega el reumatólogo al diagnóstico y en qué consiste el tratamiento. También te daremos pautas para mantener una vida razonablemente activa y saludable, a pesar de la enfermedad y de otros posibles achaques comunes cuando uno sobrepasa los 50 o los 60 años. En definitiva, mostraremos que es posible vivir con polimialgia reumática y conservar la calidad de vida, con un poco de ayuda.

Vivir con polimialgia reumática: claves para el día a día
Vivir con polimialgia reumática: claves para el día a día

Qué es la polimialgia reumática

Pese a su nombre poco específico, la polimialgia reumática es una enfermedad concreta, inflamatoria, que afecta especialmente a hombros y caderas. También puede involucrar procesos inflamatorios o dolor en el cuello, los brazos o las piernas.

Cuando alguien asegura que la fibromialgia reumática es curable, presta atención a lo que quiere decir. Estrictamente hablando, no existe aún cura definitiva. Lo que sí hay es un tratamiento farmacológico inicial y para los posibles brotes, que acompañado de una serie de ejercicios suaves logra que haya pacientes prácticamente asintomáticos.

Sin embargo, sin el tratamiento combinado adecuado, que incluye el reposo cuando aparecen los episodios agudos y no forzarnos más allá de cierto punto, la evolución de la enfermedad sí puede comprometer las actividades cotidianas por dolor o por pérdida de movilidad en las zonas afectadas.

Cuáles son los síntomas de la polimialgia reumática

Ahora que ya sabes qué es la polimialgia reumática, si sospechas que la padeces tú o alguien de tu entorno, toca que el diagnóstico lo realice un reumatólogo. Los síntomas, que vamos a ver en una lista, pueden confundirse con los de artritis reumatoide (no siempre la AR afecta a todas las articulaciones), o con la artrosis, algo que casi todas las personas mayores de 65 años presentan en mayor o menor grado.

Precisamente, la incidencia de la polimialgia reumática en la población aumenta considerablemente a partir de esa edad: 65 años. Pero ¿cuáles son los otros síntomas frecuentes?:

  • Dolor intenso en hombros y cadera, que puede irradiar hacia los brazos y antebrazos y hacia las nalgas, respectivamente. Esto hace que maniobras como incorporarse de la cama resulten complicadas cuando el paciente se encuentra pasando un brote o antes de tener el diagnóstico y el tratamiento adecuado.

  • Rigidez que afecta hombros y caderas. Hay pacientes en los que este síntoma se aprecia más que el dolor, en ocasiones porque ya tienen un tratamiento analgésico que camufla el otro síntoma.

  • Cansancio físico, que junto con la febrícula, puede despistar a los facultativos en las primeras consultas.

Cómo vivir con polimialgia reumática: diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico requiere de una analítica de sangre especial y, en muchas ocasiones, de pruebas por imágenes para ver el estado de las articulaciones. Generalmente, se elige la resonancia magnética.

Al no tener todavía claras las causas, es importante que comentes al reumatólogo todos los casos de enfermedades reumáticas que ha habido en la familia. Sabemos que no es hereditaria como tal, pero parece haber una predisposición genética. Recuerda cómo muchas veces se ha confundido con artritis reumatoide, sobre todo si hablamos de diagnósticos de hace décadas.

Tratamiento farmacológico

El tratamiento farmacológico es necesario e incluye corticoides en las primeras etapas o ante recaídas. La dosis se ajusta hasta dar con la mínima efectiva y, al cabo de un tiempo, se prueba a ir rebajándola. Muchos pacientes pueden abandonar los corticoides durante largos periodos de tiempo.

En algunos pacientes, también se utiliza el metoprexato, un inmunosupresor, siempre bajo el estricto control del reumatólogo y con la esperanza de limitarlo a la fase inicial del tratamiento.

Por otro lado, la suplementación de calcio y de vitamina D, ayuda a prevenir la pérdida de masa ósea y el deterioro del esmalte dental en aquellos pacientes que necesiten el uso prolongado de corticoides o dosis elevadas.

Ejercicios indicados y contraindicados

Una vez la polimialgia reumática tiene tratamiento y comienza a hacer efecto, es importante comenzar con la fisioterapia y adoptar una rutina de ejercicios para siempre. Estos ejercicios consisten en estiramientos suaves, para aliviar el dolor y la rigidez, y son parecidos a los que se recomiendan a pacientes con otros problemas articulares.

Lo importante es aprender a hacerlos correctamente y establecer un hábito: una vez al día, o al menos en días alternos. Si hay una crisis o empeoramiento puntual, lo habitual es suspender los ejercicios unos días.

Conclusión

La polimialgia reumática puede ser muy dolorosa y limitar la vida cotidiana. La buena noticia es que tiene tratamiento y suele dar muy buenos resultados. Lo más importante si padeces esta enfermedad o cuidas de alguien que la sufre es llegar al diagnóstico correcto, para aplicar el tratamiento que combina fármacos con estilo de vida.

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