Dieta saludable para personas mayores

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¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

Los problemas digestivos son frecuentes en las personas mayores. A veces, se deben a cambios relacionados con la edad, a enfermedades, medicamentos o determinadas operaciones. En ocasiones, una persona que siempre ha tolerado el azúcar de la leche (lactosa) puede descubrir que su capacidad para procesar los productos lácteos disminuye a medida que envejece, debido a que ha desarrollado una intolerancia a la lactosa. Pero, ¿qué es exactamente la intolerancia a la lactosa? Aquí te lo explicamos.

La lactosa es un azúcar natural que contiene la leche. Está compuesto de dos moléculas de azúcar. Las personas sanas tienen en el intestino delgado la enzima lactasa, que es la encargada de dividir la lactosa en sus dos componentes, para que sea absorbida por la sangre a través de la mucosa intestinal. Cuando el intestino delgado no tiene la enzima lactasa, o la tiene en poca cantidad, el organismo no puede digerir el azúcar de la leche, o la digestión solo se puede hacer de forma parcial.

La intolerancia a la lactosa es, por tanto, una deficiencia de la enzima lactasa, que impide que la leche se pueda digerir correctamente. Las personas que son intolerantes a la lactosa no dividen correctamente la lactosa en el intestino delgado, por lo que esta pasa directamente sin digerir al intestino grueso, donde es absorbida por las bacterias y procesada incorrectamente en ácido láctico, ácido acético y diversos gases como el metano y el dióxido de carbono. Estas sustancias son las causantes de los síntomas típicos de la intolerancia a la lactosa.

La intolerancia a la lactosa no debe confundirse con una alergia a la leche. La alergia es una reacción del sistema inmune a una proteína extraña. La leche contiene varias proteínas (caseína y proteína de suero). No todas las personas alérgicas a la leche reaccionan igual a estas proteínas, por lo que a veces sí pueden tolerar la leche hervida o los productos de leche agria, a pesar de la alergia.

Alrededor del 10 por ciento de la población presenta, con la edad, una deficiencia de lactosa, debido a que la capacidad de digerir la lactosa disminuye a medida que se envejece. Alrededor del 70 por ciento de los europeos mayores de 60 años no pueden digerir la lactosa. La intolerancia a la lactosa es una de las intolerancias alimentarias más frecuentes.

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Intolerancia a la lactosa, síntomas más frecuentes en adultos

Los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden variar de una persona a otra dependiendo del grado de carencia de la enzima de la lactasa. Algunas personas pueden consumir determinadas cantidades de productos lácteos y los síntomas solo se presentan ante un consumo excesivo, mientras que en otras personas incluso el consumo de pequeñas cantidades ya puede desencadenar síntomas graves.

Los síntomas más frecuentes de la intolerancia a la lactosa en adultos son:

  • Distensión abdominal
  • Acumulación de gases (flatulencias)
  • Calambres abdominales
  • Diarrea
  • Náusea
  • Sudor frío

Además de estos síntomas frecuentes, también pueden aparecer otros síntomas, como dolor de cabeza, fatiga, trastornos del sueño y estados depresivos.

¿Cómo afecta la intolerancia a la lactosa?

El problema de la intolerancia a la lactosa es que las personas que la sufren a menudo eliminan todas las fuentes lácteas de su dieta, lo que produce deficiencias nutricionales, sobre todo en el caso de las personas mayores. Los nutrientes de los productos lácteos, como el calcio, el potasio y la vitamina D, son muy importantes en la salud de los ancianos para su salud ósea y son básicos para reducir las enfermedades cardiovasculares y disminuir la presión arterial.

Por ese motivo, se recomienda realizar una prueba de intolerancia a la lactosa y valorar el grado que cada persona pueda padecer. En algunos casos, las personas con intolerancia sí pueden consumir pequeñas cantidades de productos lácteos, siempre y cuando se controle debidamente la cantidad que admite su organismo.

En Dependalium asistencia domiciliaria, sabemos la importancia de un seguimiento adecuado de la dieta en las personas mayores. Contar con el apoyo de cuidadoras por horas, cuidadoras internas y enfermeras puede ser fundamental para garantizar una alimentación equilibrada y adaptada a cada caso.

¿Qué alimentos se deben evitar cuando se sufre intolerancia a la lactosa?

Las personas que sufren intolerancia a la lactosa no deben consumir (o deben reducir al máximo) los siguientes alimentos que contienen leche:

  • Leche en cualquiera de sus formas
  • Mantequilla
  • Nata
  • Crema de leche
  • Pasteles de crema y/o nata
  • Chocolate con leche
  • Helados con leche

¿Cuál es su tratamiento?

Actualmente, no existe un tratamiento para tratar o curar la intolerancia a la lactosa. Sin embargo, las dolencias leves se pueden aliviar tomando medicamentos que contienen la lactasa que le falta al organismo. Además, el apoyo de cuidadoras por horas o cuidadoras internas puede facilitar la adaptación a una dieta sin lactosa y el control de los alimentos consumidos.

En Dependalium asistencia domiciliaria, recomendamos que los familiares y cuidadores estén siempre atentos a estas manifestaciones y avisen a la familia lo antes posible para que puedan consultar al médico. Garantizar el bienestar de las personas mayores implica un seguimiento cuidadoso y una atención profesional adecuada.

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